Actividad
4
Prólogo
Una
visión más amplia de
Internet
en el aprendizaje
Profesor
William H. Dutton
Se esperaba que la
televisión revolucionara la educación y el aprendizaje, igual que muchas otras
tecnologías de la información y la comunicación que surgieron antes y después.
Sin embargo, en pleno auge de la creación de programas educativos para la televisión,
Nicholas Johnson, profesor de leyes norteamericano y comisionado federal de
Comunicaciones, planteó: “Toda la televisión es televisión
educativa. La pregunta es:
¿qué es lo que enseña?”.
En la era de las redes,
Internet está generando expectativas similares a la televisión en cuanto a
transformar la educación. No obstante, está encontrando más resistencia en los
hogares e incluso más barreras en muchos círculos de la educación formal. Con frecuencia
es visto como competidor de otras ya probadas y reales tecnologías educativas,
como el libro. Los mensajes de texto a menudo son considerados como un deterioro
para la ortografía y la gramática. De hecho, la preocupación por Internet y las
tecnologías relacionadas es tan grande que supera la inquietud acerca de la
televisión y su impacto en el aprendizaje.
En comparación con la
televisión, aquello con que interactúan los niños a través de Internet está
menos sujeto al control de las familias, escuelas, bibliotecas y otras
instituciones educativas. Teniendo en cuenta estas limitaciones y
preocupaciones, no es de extrañar que Internet haya conseguido pocas
incursiones exitosas en las escuelas y en la educación formal. Por el
contrario, es común que las escuelas limiten el uso de Internet y bloqueen contenidos
en línea en un esfuerzo por promover objetivos educativos más formales y
mantener un Internet seguro.
Fuera de los
establecimientos educativos es otra historia. La tecnología lidera la creación
de aquello que los autores llaman una “nueva ecología de aprendizaje y de
oportunidades sociales”.
Nuestras investigaciones en
el Oxford Internet Institute muestran que, aunque el acceso no se distribuye de
forma homogénea en todos los grupos socioeconómicos y etarios, quienes tienen
acceso a Internet acuden a la red para hacer de todo, desde buscar la
definición de una palabra hasta investigar en torno a la información sobre el
desarrollo local o global, o bien sobre salud y medicina, ciencia, cultura
popular o productos comerciales.
Las redes están congregando
a las personas para jugar, discutir y compartir información. Tal es el caso de
los sitios de redes sociales. Con frecuencia, estas redes refuerzan las
amistades y las relaciones sociales existentes, pero también se emplean para
presentar a nuevas personas, sobre la base de intereses y valores comunes.
¿Cómo puede ampliarse el acceso a estas tecnologías educativas? ¿Cómo pueden
los educadores recoger el valor de estas prácticas de búsqueda de información y
creación de redes para mejorar el uso e impacto de Internet en el aprendizaje?
Tomando en cuenta la manera en que los usuarios se apropian de las nuevas
tecnologías y las reinventan, ¿pueden llevarse estas dinámicas a otros ámbitos
del aprendizaje y la educación?, ¿podemos enriquecer las opciones que ofrece
Internet a las personas para ampliar su potencial educativo? Bajo el supuesto
de que todo Internet es potencialmente educativo, ¿pueden los usuarios, los
maestros y los padres, entre otros grupos, incrementar el valor de Internet
para aprender tanto en la vida diaria como en el trabajo y en la educación
formal? Éstas son algunas de las preguntas que este libro explora.
Los autores han pensado de
manera consistente en distintas formas para lograr que los aspectos invisibles
del aprendizaje de una sociedad en red se hagan visibles a fin de poder ser
entendidos y expandidos. Aunque no pretenden tener todas las respuestas,
procuran contribuir al debate que busca relacionar lo que ya sabemos sobre los
diferentes modos de aprender, de manera que se puedan intensificar los logros
en el aprendizaje de una sociedad cada vez más interconectada.
En décadas recientes, la
sociedad dejó de centrarse en la televisión educativa y comenzó a pensar más
sobre la televisión en todos sus aspectos y contextos de uso. Es hora de que
los alumnos, los padres y los educadores adopten una visión más amplia de
Internet en el aprendizaje y la educación. Es fuera de las aulas donde el
potencial puede ser más significativo, donde la comprensión de estas dinámicas
podría mejorar las iniciativas planeadas en las aulas u otros espacios de la
educación formal. Si todo uso de Internet es potencialmente educativo, este
proceso de aprendizaje debe ser visible para los estudiantes, los educadores y
los responsables Políticos.
Profesor
William H. Dutton4
Director
del Oxford Internet Institute,
Universidad
de Oxford